Hoy, 21 de noviembre, el Congreso Mundial de los Ucranianos (CMU), junto con ucranianos y amigos de Ucrania en todo el mundo, celebra el Día de la Dignidad y la Libertad, un día que simboliza el compromiso inquebrantable del pueblo de Ucrania con la democracia, los derechos humanos y la elección europea.
Fue en este día, con una diferencia de nueve años, que comenzaron dos revoluciones históricas: la Revolución Naranja de 2004 y la Revolución de la Dignidad de 2013, que determinaron el rumbo moderno de Ucrania hacia la libertad, la independencia y la integración euroatlántica.
Estos acontecimientos se convirtieron en una manifestación del deseo de los ucranianos de vivir en un estado donde se respeten los derechos humanos, la libertad de expresión y la voluntad del pueblo. Las protestas pacíficas unieron a millones de personas en Kyiv y en todo el país, dieron forma a la nación ucraniana moderna y sentaron las bases de su futuro democrático.
La Revolución Naranja y la Revolución de la Dignidad se convirtieron en símbolos de la capacidad del pueblo para cambiar su país, protegerlo de la corrupción y el autoritarismo y elegir su propio camino de civilización.
«La Revolución de la Dignidad testificó la intención de los ucranianos de vivir en una Ucrania libre, independiente, fuerte, democrática y europea. Hoy, toda Ucrania es un gran Maidan, y sus valientes defensores defienden los ideales del Maidan en la guerra moderna por la independencia. ¡Con la ayuda de nuestros aliados, el pueblo de Ucrania ganará, tal como ganó en el Maidan! ¡La victoria pertenecerá al intrépido y valiente pueblo ucraniano!» – destacó Pavló Grod, presidente del CMU.
Ambas revoluciones no fueron sólo acontecimientos políticos internos, sino también una fuerte señal para el mundo: los ucranianos rechazaron resueltamente los intentos de cualquier fuerza externa, en particular Rusia, de recuperar el control sobre su país.
Hace doce años, la Revolución de la Dignidad comenzó como una manifestación abierta del deseo de los ucranianos de formar parte de la Unión Europea. A pesar de la voz del pueblo, el régimen de Yanukovich controlado por el Kremlin recurrió a la violencia, lo que provocó la muerte de más de cien manifestantes pacíficos, que hoy son recordados como los Cien Celestiales.
Agradecemos a los ucranianos de todo el mundo que apoyaron acciones y manifestaciones y transmitieron la verdad sobre la voluntad de nuestro pueblo de dignidad y libertad, una aspiración por la que todos luchamos incluso hoy.
Hoy, cuando Rusia libra una guerra a gran escala contra Ucrania, el deseo de los ucranianos de libertad y democracia sigue siendo tan relevante como siempre. La agresión del Kremlin destruye la fuerza de las instituciones estatales, destruye la economía, la energía y la infraestructura, amenaza la vida de millones de personas e intenta subyugar a la nación ucraniana.
El CMU subraya que la comunidad internacional debe apoyar resueltamente a Ucrania, reforzar las sanciones contra Rusia y proporcionar la asistencia necesaria para repeler al agresor.
«Agradecemos a los socios internacionales por el apoyo político, económico y militar de Ucrania. Hacemos un llamado al mundo a no detenerse y brindar al pueblo de Ucrania todo lo que necesita para ganar esta guerra, defender la libertad y el derecho a tomar sus propias decisiones», concluyó Pavló Grod.
El CMU llama hoy a los ucranianos y amigos de Ucrania en todo el mundo a recordar a todos aquellos que actualmente defienden el país en el frente y en la retaguardia. Es un día de unidad, un día para recordar al mundo el valor de la democracia y la libertad, un día de oposición decidida a la agresión y de confirmación de que los ucranianos siempre defenderán su propia dignidad.
¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!