
La comunidad ucraniana en Noruega, junto con activistas y otras organizaciones ucranianas, exige la cancelación de la proyección de la película de propaganda “Rusos en guerra”. La película se proyectará el 15 de mayo en el cine Vega Scene de Oslo.
La comunidad envió un llamamiento oficial a los organizadores de la proyección: la Fundación Fritt Ord y Oslo Dokumentarkino. También está prevista una manifestación frente al Parlamento noruego el 15 de mayo.
“Nos oponemos a las mentiras y la desinformación y demostramos que no aceptamos la propaganda rusa en Noruega”, escribió la comunidad.
Los activistas ucranianos también están indignados por la decisión de invitar a la directora de la película, ex empleada del canal de propaganda Russia Today, Anastasia Trofimova, para hablar sobre ella.
En el contexto actual, marcado por la guerra, la propaganda y la guerra informativa, que afecta también a Noruega, la responsabilidad de las instituciones culturales ha aumentado significativamente, subraya la comunidad ucraniana en la carta.
“Seleccionar y proyectar películas en un momento como este no es solo una decisión artística. Es un acto político y ético. Un acto que puede fortalecer la resiliencia democrática de la sociedad o hacerla más vulnerable a nuevas amenazas”, afirma el llamamiento.
La película “Rusos en guerra” difumina las fronteras entre agresor y víctima, ya que “retrata la guerra como un accidente del que nadie tiene la culpa, una narrativa peligrosamente cercana al absolutismo”.
“Creemos que la humanización de las fuerzas de ocupación sin énfasis en el sufrimiento de las víctimas convierte a “Rusos en guerra” de un documental a una herramienta de desinformación rusa”, enfatiza la comunidad.
Recordemos que la película «Rusos en guerra» muestra las historias de los ocupantes rusos y sólo extractos de batallas reales. Trofimova insiste en que creó una película “antibélica” y quería mostrar a “gente común”. El trabajo pretendía refutar la idea de que todos los militares rusos son criminales, dice el director.
Previamente, el Festival de Cine de Zúrich canceló las proyecciones públicas de la película. El Congreso Ucraniano Canadiense realizó campaña contra la proyección de la película. La comunidad logró suspender las proyecciones, pero el 17 de septiembre el Festival Internacional de Cine de Toronto ignoró los llamados.
Al mismo tiempo, en octubre, gracias a los esfuerzos de la comunidad ucraniana, las proyecciones de la película fueron canceladas en Grecia.
Fotografía: Gitte Paulsbo