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Pavló Grod: La reunión de Trump y Putin en Alaska es un peligroso juego de poder

#Opinión
agosto 18,2025 34
Pavló Grod: La reunión de Trump y Putin en Alaska es un peligroso juego de poder

Pavló Grod, Presidente del Congreso Mundial de los Ucranianos

Fuente: Grod en Facebook

La reciente reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin en Anchorage, Alaska, fue más que un espectáculo diplomático. Fue una señal inquietante para el mundo. A pesar de la aparente fortaleza y las negociaciones, la cumbre no produjo resultados significativos. Fue testigo de una peligrosa tendencia donde la adulación y las ambiciones personales se anteponen a la seguridad y la justicia global.

Apenas unos días antes de la reunión, Trump insinuó posibles sanciones contra Rusia si no se llegaba a un acuerdo. En Alaska, vimos lo contrario. Hubo elogios para Putin, acusado de crímenes de guerra, cuyo régimen lleva más de tres años librando una brutal guerra de agresión contra Ucrania. Ciudades enteras han sido destruidas. Decenas de miles de niños han sido secuestrados para su «reeducación». Cientos de miles de vidas han sido arrebatadas o destruidas. Los ataques contra civiles continúan. Esta es la mayor crisis de nuestro tiempo.

Sin embargo, en Anchorage, no se mencionó a la OTAN, ni se reconoció la invasión, ni se defendió el orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial que garantiza la soberanía de las naciones. Vimos a dos hombres sonrientes conduciendo juntos, ignorando la brutal realidad de la guerra. Putin volvió a presentar la invasión rusa como una respuesta a «preocupaciones de seguridad», un argumento que evoca las justificaciones de regímenes autoritarios durante generaciones.

El verdadero problema de esta guerra

Seamos francos. Para Putin, la cuestión clave es la existencia misma de Ucrania como un estado democrático soberano. Aceptar su lógica retrotrae al mundo a una era imperial, cuando las fronteras se definían por la fuerza y el fuerte decidía el destino del débil. Esta lógica genera nueva agresión, no paz. Argumenta que las potencias nucleares pueden llegar a acuerdos secretos a puerta cerrada, mientras que las naciones más pequeñas deben sufrir.

Lo que realmente requiere la paz

La paz no llegará con sesiones de fotos ni paseos en limusina. La paz requiere fuerza, solidaridad y justicia. Comienza con detener los ataques rusos, liberar los territorios ocupados y restaurar las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania. Cualquier otra cosa equivale a fomentar la agresión y a destruir las reglas que han mantenido la paz en Europa durante décadas.

Lo más inquietante fue la sugerencia de que la solución a la guerra estaba ahora «en manos de Zelenski». Esto implicaba que Ucrania debía simplemente rendirse. Pero Ucrania no puede abandonar a los millones de sus ciudadanos atrapados tras las líneas del frente. No puede permitir que sean subyugados, torturados, violados o asesinados. Los ucranianos no luchan por líneas abstractas en un mapa. Luchan por sus familias y su futuro.

¿Qué es un liderazgo responsable?

Si los líderes realmente desean la paz, deben ayudar a Ucrania a lograr una paz justa, no presionarla para que acepte una impuesta. Esto significa:

  • Ayuda militar continua que cierre las brechas críticas en la defensa aérea y salve vidas.
  • Capacidades de largo alcance que hagan que la ocupación sea costosa e insostenible.
  • Sanciones que impacten de verdad, no que solo envíen una señal.
  • Confiscación de activos estatales rusos congelados para financiar la reconstrucción.
  • Enjuiciamiento por crímenes de guerra, incluyendo la expulsión forzosa de niños y el abuso de prisioneros de guerra.

Estas medidas no constituyen una escalada. Son el mínimo necesario para restablecer la disuasión y la confianza en el derecho internacional.

Lo que está en juego para el mundo

Hay más en juego que la propia Ucrania. Si Rusia logra invadir un país vecino, borrar sus fronteras y secuestrar a sus niños, toda la arquitectura de seguridad construida desde 1945 comienza a desmoronarse. Otros autócratas pondrán a prueba los límites de lo aceptable. Los mercados energéticos se convertirán en armas. La inseguridad alimentaria se extenderá. Los flujos de refugiados aumentarán. El coste de la inacción no se limitará a Europa del Este. Afectará a toda democracia que se base en reglas claras y normas predecibles.

La determinación de Ucrania, nuestra responsabilidad

Ucrania ya ha demostrado lo que significa la verdadera determinación. Ciudades que el mundo creía condenadas se han mantenido firmes. Las comunidades se están reconstruyendo bajo fuego. La sociedad civil se ha movilizado de una manera que debería inspirarnos a todos. Los ucranianos no se rendirán. No pueden. Su supervivencia depende de ello.

Nuestra responsabilidad es responder a su valentía con claridad. Nada de falsos «equilibrios». Nada de narrativas fáciles sobre «ambos lados». Nada de recortes que sustituyan la justicia por la ilusión de paz. Una paz sostenible requiere verdad y responsabilidad. Requiere la liberación de los territorios ocupados. Necesita restaurar las fronteras que Rusia ha violado.

Actúa

Si te importa la libertad, la justicia y el futuro de la democracia, actúa. Escribe al presidente Trump y llama a tus funcionarios electos, exigiéndoles que apoyen a Ucrania y detengan las ambiciones imperialistas de Rusia. Alza la voz: escribe cartas a los consejos editoriales para que se escuche la verdad. Y si puedes, apoya a los defensores de Ucrania haciendo una donación en www.UkrainianWorldCongress.org.

La historia recordará no solo lo que los líderes dijeron o decidieron a puerta cerrada, sino también lo que hicieron los ciudadanos comunes para proteger la justicia. ¿Apoyarás a Ucrania?

Fotografía: Casa Blanca en X (Twitter)

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