
La central nuclear de Zaporiyia (CNZ), ocupada por Rusia, está experimentando su apagón más prolongado desde el inicio de la invasión a gran escala, según informó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La central lleva más de 48 horas operando sin suministro eléctrico externo, lo que supone el décimo apagón total en la CNZ.
“La central está operando actualmente con generadores diésel de emergencia para suministrar electricidad para refrigerar seis reactores apagados y otros aspectos vitales de la seguridad y protección nuclear”, declaró el OIEA.
El incidente crea una situación crítica que amenaza la seguridad no solo de Ucrania, sino también de los países europeos, según informó la empresa estatal Energoatom.
“El 23 de septiembre, como resultado de otra provocación del ejército ruso, la línea de transmisión eléctrica que abastecía a la CNZ desde el sistema eléctrico ucraniano resultó dañada”, escribió Energoatom. Según el regulador, esta línea está operativa en el territorio controlado por Ucrania y no existen obstáculos técnicos para su uso.
“A pesar de ello, los ocupantes no conectan deliberadamente la central al suministro eléctrico, continuando una burda campaña de desinformación contra Ucrania. De esta forma, ponen en peligro deliberadamente a millones de personas en todo el continente”, escribió Energoatom.
Los generadores diésel están destinados únicamente al suministro eléctrico de emergencia y no son capaces de cubrir las necesidades de la central durante un período prolongado.
“Su parada podría provocar la pérdida de control sobre la seguridad nuclear de la instalación”, enfatizó la organización, instando a la comunidad internacional y a sus socios a aumentar la presión sobre Rusia y devolver la central nuclear de CNZ al control ucraniano.
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