
Hoy, 29 de septiembre, el Congreso Mundial de los Ucranianos (CMU) se une a Ucrania y a la comunidad internacional en el duelo por la conmemoración de la masacre de Babi Yar y honra la memoria de sus víctimas inocentes.
Hace 84 años, entre el 29 y el 30 de septiembre de 1941, casi 34.000 judíos fueron asesinados en Babi Yar, a las afueras de Kyiv. Esta tragedia se convirtió en uno de los asesinatos en masa más grandes del Holocausto. Se estima que el número total de víctimas de Babi Yar fue de 100.000 personas, incluyendo ucranianos, romaníes y prisioneros de guerra de diversas nacionalidades, afiliaciones políticas y creencias religiosas.
Durante décadas, el régimen totalitario soviético intentó ocultar y borrar el terrible recuerdo de los crímenes nazis en Babi Yar. Solo después de que Ucrania recuperó su independencia en 1991, los ucranianos y los judíos pudieron honrar debidamente la memoria de sus familiares y seres queridos.
A principios de marzo de 2022, los invasores rusos lanzaron ataques deliberados y cínicos con misiles contra el territorio del Memorial Nacional de Babi Yar en Kyiv, demostrando un cínico desprecio por la memoria de las víctimas del Holocausto.
Andriy Shevchenko, Jefe de la misión del CMU en Ucrania, se dirige a los participantes en el acto conmemorativo en Babi Yar, Kyiv, el 29 de septiembre.
Hoy, mientras continúan los actos conmemorativos en Kyiv, los valientes ucranianos siguen luchando por la libertad y la soberanía de su país contra la mortífera agresión rusa. El objetivo de la invasión rusa no es solo subyugar a la nación y conquistar territorio, sino también destruir la identidad nacional ucraniana mediante el último genocidio de ucranianos. El Kremlin niega abiertamente el derecho de Ucrania a existir como Estado soberano.
Al igual que los nazis, el régimen de Putin esconde sus ambiciones imperialistas tras la desinformación, la propaganda y las mentiras. Rusia distorsiona cínicamente la memoria del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, utilizándola para justificar su invasión de Ucrania.
La gente llevó lámparas a la Menorá en Babi Yar, Kyiv.
“En honor a las víctimas de Babi Yar, hacemos un llamamiento a todos los países democráticos y amantes de la paz para que sigan apoyando firmemente a Ucrania”, declaró el Presidente del CMU, Pavlo Grod.
El día anterior, misiles rusos volvieron a sobrevolar Kyiv, matando a civiles inocentes. La comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados mientras Rusia comete otro genocidio en suelo ucraniano, declaró Grod.
“Debe ayudar al pueblo de Ucrania a liberar su territorio de la mortífera ocupación rusa y a lograr una paz justa y duradera. El mundo debe detener la maldad rusa, tal como detuvo al nazismo”, declaró el presidente de la CMU.