
El déficit presupuestario de Rusia agrava los problemas sociales en las regiones: se retrasan los salarios, los empleados públicos se declaran en huelga y las facturas de los servicios públicos aumentan. Así lo informa el Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania.
“Un grave déficit en las arcas públicas obliga al Kremlin a destinar recursos exclusivamente a la guerra, lo que aumenta la presión sobre los empleados públicos, quienes, bajo diversos pretextos, ven recortados sus salarios o no reciben ningún pago”, afirma el informe.
Por ejemplo, la región de Arkhangelsk no cuenta con subsidios del presupuesto federal y ocupa el puesto 80 entre las regiones de la Federación Rusa en términos de nivel de vida.
La primavera pasada, la empresa de transporte local “Onegaavtotrans” acumuló deudas con sus empleados por aproximadamente dos millones de rublos. Las autoridades prometieron saldarlas y reanudar las operaciones, pero la empresa se enfrenta a una disminución del tráfico de pasajeros, un aumento de los costos y la falta de financiación.
Los trabajadores se declararon en huelga, pero las autoridades locales hicieron un llamamiento a la «conciencia» y no ofrecieron soluciones concretas. Esto amenaza con causar interrupciones en el transporte en la región, declaró la agencia de inteligencia.
La escasez de docentes los ha obligado a involucrar a los estudiantes en la docencia, y los salarios en el sector educativo siguen siendo bajos. En Arjangelsk, esto ha provocado quejas masivas de los educadores.
Las protestas abiertas son riesgosas para los empleados estatales debido a la probabilidad de ser catalogados como «agentes extranjeros», afirman los funcionarios de inteligencia.
Al mismo tiempo, los residentes de la región recibieron facturas de servicios públicos con importes anormalmente altos para la calefacción. En el contexto de los retrasos en el inicio de la temporada de calefacción, esto está aumentando la tensión social.
Según las encuestas, el 92 % de la población rusa reconoce la existencia de graves desigualdades sociales y el 75 % las siente personalmente; sin embargo, no ha habido protestas masivas ni rechazos a participar en la guerra contra Ucrania, afirman los funcionarios de inteligencia.
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