El arco de protección sobre la cuarta unidad de potencia destruida de la central nuclear de Chornóbil (CNCh) ha perdido parcialmente sus principales propiedades protectoras tras el impacto de un dron ruso en febrero.
Así lo informó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) tras una evaluación técnica exhaustiva publicada el 5 de diciembre.
La estructura ya no puede cumplir plenamente las funciones previstas en el diseño, en particular, garantizar la contención y el aislamiento de sustancias radiactivas. Al mismo tiempo, los elementos de soporte de la estructura y los principales sistemas de monitorización siguen operativos.
“Se han realizado reparaciones temporales parciales en el tejado, pero una restauración oportuna e integral sigue siendo esencial para evitar una mayor degradación y garantizar la seguridad nuclear a largo plazo”, declaró el Director General del OIEA, Rafael Grossi.
El OIEA recomendó que se iniciaran importantes trabajos de restauración, que deberían incluir la creación de métodos de protección adicionales, el control de la humedad, un programa actualizado para la monitorización de la corrosión de los elementos metálicos, así como la modernización del sistema automatizado para la monitorización del estado técnico del arco de protección.
El ataque ruso a la central nuclear de Chornóbil tuvo lugar la noche del 14 de febrero, cuando un dron con una ojiva de alto explosivo impactó el refugio protector del cuarto reactor. Como resultado del ataque, el arco resultó dañado, pero no se registró ninguna fuga de sustancias radiactivas ni un aumento de la radiación de fondo.
Fotografía: Shutterstock
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