
Hace un año, un ataque nocturno con 30 drones contra Ucrania habría sido percibido como algo extraordinario. Hoy, cuando Rusia está llevando a cabo ataques masivos sobre ciudades ucranianas con la participación de 298 drones, y los sistemas de defensa aérea de Ucrania pueden considerarse llevados a su máxima capacidad, los ataques con miles de drones pueden convertirse en una nueva realidad, informa The Economist.
Si las actuales negociaciones de alto el fuego fracasan, las unidades de defensa aérea tendrán que racionar el uso de sus interceptores y aumentará el número de ataques rusos a ciudades, pueblos e industrias críticas rusas, afirma la publicación.
El principal desafío para las unidades de defensa aérea ucranianas es la enorme cantidad de llegadas. El año pasado, el Kremlin producía unos 300 drones Shahed al mes; ahora produce la misma cantidad en menos de tres días. La inteligencia militar ucraniana afirma tener documentos que demuestran que Rusia planea aumentar la producción de drones a 500 al día. Esto sugiere que los ataques con 1000 drones podrían hacerse realidad, escriben los periodistas.
Se observa que, a pesar de las expectativas de un alto el fuego, Rusia está encontrando cada vez más formas de penetrar las defensas aéreas ucranianas. Ucrania todavía tiene la capacidad de resistir ataques aéreos, pero pocas naciones tienen los recursos para resistir armas tan rápidas y destructivas. Citando fuentes oficiales, la publicación destaca: las defensas aéreas alrededor de Kyiv todavía protegen contra aproximadamente el 95% de los drones lanzados por la Federación Rusa, pero todavía queda el mismo 5% que causa daños graves.
El Congreso Mundial de los Ucranianos condena enérgicamente la última ola de ataques de la Federación Rusa contra Ucrania y su población civil.
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