La Representación Central Ucraniano-Brasileña (RCUB) condenó la decisión del gobierno brasileño de abstenerse de votar sobre una resolución de la ONU que exige a Rusia la devolución inmediata de los niños ucranianos secuestrados.
La comunidad expresó su profunda indignación por esta inacción, calificándola de «error moral» y de una desviación de los principios humanitarios que históricamente han definido la diplomacia brasileña.
«Es inaceptable que un gobierno que afirma proteger a nivel nacional la infancia, el derecho a la educación y la dignidad de los niños se niegue a expresar su posición sobre un crimen internacional que incluye el secuestro, la deportación forzada y el intento de borrar la identidad de miles de niños ucranianos», escribió la RCUB.
La resolución fue adoptada por una abrumadora mayoría, reflejando la postura de la comunidad internacional: ninguna neutralidad es aceptable ante el secuestro sistemático de niños en tiempos de guerra, afirma la comunidad.
La decisión del gobierno brasileño hiere profundamente el corazón de miles de ucranianos y sus descendientes que viven en un país que siempre se ha considerado una tierra de hospitalidad, justicia y respeto por los derechos humanos.
“La neutralidad ante el sufrimiento infantil no es neutralidad, es complicidad”, afirma la RCUB.
La organización expresó su “enérgica condena a la postura inerte de Brasil en la ONU y su abstención durante la votación sobre la protección de los niños víctimas de crímenes de guerra”.
“En la práctica, esta postura favorece al agresor y castiga a las víctimas”, escribió la RCUB, añadiendo que “esperan urgentemente que la diplomacia brasileña reconsidere sus acciones”.
“Los niños no son moneda de cambio en la diplomacia. Los niños deben regresar a casa”, enfatizó la RCUB.
La votación tuvo lugar el 3 de diciembre. La resolución contó con el apoyo de 91 países de todo el mundo.
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