
Discurso del Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Ucrania en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Comandante en Jefe de Ucrania (2021–2024), Valeri Zaluzhni, en el Foro de Tecnologías de Defensa Ucrania – Reino Unido, organizado por RUSI, el 25 de abril de 2025.
Fuente: Ukrainska Pravda
Es un gran honor para mí estar una vez más en las paredes del centro analítico británico especializado en cuestiones de seguridad internacional y asuntos militares. Así que hablaremos precisamente de eso. Hoy es sumamente importante.
En primer lugar, probablemente cada uno de los presentes en esta sala ha comprendido que vivimos en tiempos de cambios globales. La razón de esto no soy yo, que comenté sobre esto el año pasado en Chatham House, sino una serie de factores que han emergido en el siglo XXI. Especialmente la guerra en Ucrania, que se ha convertido no solo en el acto de violencia más sangriento en Europa, sino también en un motor de muchas fuerzas que llevaron al cambio del orden mundial. Este cambio ya ha ocurrido. Y no depende de si los políticos actuales quieren verlo o no.
En segundo lugar, en un mundo que ya ha cambiado y continúa cambiando, al margen de los deseos de esos mismos políticos, también ha cambiado el sistema de seguridad global. Este se ha transformado no solo porque está cambiando el espacio geopolítico, sino también porque, debido a la guerra en Ucrania, ha cambiado la fuerza misma sobre la que se sostenía ese sistema de seguridad.
Lo crean o no, tengan contratos de tanques y helicópteros para los próximos 10 años o solo planeen firmarlos, la naturaleza de la fuerza militar ya ha cambiado. Es muy lamentable que esto se comprenda bien en Ucrania, Rusia, China, pero no se comprenda en absoluto en otros lugares. Cuáles exactamente, no lo diré hoy. Ya no importa.
Así que hablaremos precisamente de tecnologías militares modernas. A quién más, además de Ucrania, le serán necesarias, evidentemente lo decidirán los políticos. Yo solo delinearé en qué consisten y cómo funcionan.
Aunque también quisiera señalar que actualmente son especialmente relevantes para el desarrollo de capacidades defensivas precisamente en Europa. Ante todo, por la reestructuración iniciada del espacio de seguridad euroatlántico.
Así que, sobre tecnologías.
La guerra ruso-ucraniana ha cambiado completamente la naturaleza de la guerra. Una mañana de verano de 2023, cuando las fuerzas ucranianas, utilizando doctrinas disponibles y armamento existente, avanzaban metro a metro sobre las líneas defensivas enemigas, en el cielo aparecieron drones en una escala que transformó por completo toda la arquitectura del combate.
Drones de reconocimiento, drones de ataque, drones que asistían el fuego de artillería, unidos en un sistema de conocimiento situacional, hicieron el campo de batalla completamente transparente. Todo esto brindó posibilidades ilimitadas para lanzar ataques de alta precisión a nivel táctico.
Poco a poco, como en la Primera Guerra Mundial, esta guerra cayó en un estancamiento. Ya en 2024, el acelerado desarrollo del progreso científico y técnico llevó a una situación en la que los drones alcanzaban objetivos no solo en el frente, sino también en la profundidad operativa. Esto hizo imposible la presencia de cualquier equipo, medios de fuego, reservas – incluso más allá del frente.
Los ataques de precisión contra rutas logísticas se han vuelto hoy en día un fenómeno absolutamente cotidiano. Es más, tales ataques ya son parte de la táctica de expulsión de posiciones.
Así, como resultado de la absoluta transparencia frente al frente, se ha formado una zona de muerte continua de 10 a 15 kilómetros. Ya no sorprende que un dron no cace un objetivo grupal o un vehículo blindado, sino incluso a un soldado individual. Por cierto, esta zona se sigue expandiendo, al igual que crece la probabilidad de ser destruido en ella.
¿Por qué fue posible esto? Una vez más, repito, las razones son:
Primero, el vertiginoso desarrollo de los medios de guerra electrónica (EW). Precisamente gracias al desarrollo de la EW se logró anular la capacidad de las tecnologías satelitales, municiones guiadas por radio y GPS para lanzar ataques de precisión a nivel operativo. La efectividad de misiles costosos y proyectiles de alta precisión cayó a cero.
Segundo, en el campo de batalla apareció una gran cantidad de medios de reconocimiento visual y drones de ataque de nivel táctico y operativo.
Como consecuencia, la táctica de uso y el arte operacional han sufrido cambios significativos.
A nivel operativo, la guerra ha caído completamente en un punto muerto. Maniobras profundas o ataques en profundidad operativa se han vuelto imposibles. En gran medida porque continúa la confrontación entre los sistemas no tripulados por un lado, y los medios de EW y defensa aérea por el otro. Por lo tanto, las operaciones ofensivas clásicas y las acciones ofensivas no solo han perdido efectividad, sino que se han vuelto casi suicidas.
Con el tiempo, incluso las acciones ofensivas de pequeños grupos tácticos altamente móviles y tecnológicamente equipados, coordinados estrechamente con sistemas de conocimiento situacional, apoyo, EW y defensa aérea, se volvieron ineficaces.
Por lo tanto, se puede afirmar con confianza que:
- Gracias a los sistemas no tripulados y las tecnologías digitales, los tipos tradicionales y conocidos de armamento, que durante décadas definieron el carácter de la guerra, han quedado en la historia. Ya no existen.
- Los vehículos blindados, que desde 1915 fueron la base de las operaciones ofensivas, se han vuelto indefensos ante drones baratos, por lo que su uso en otros tipos de combate hoy en día es imposible.
- El armamento de precisión que utilizaba posicionamiento GPS ha perdido su efectividad debido al desarrollo de la EW.
- La defensa aérea está experimentando quizás las mayores transformaciones. La aparición de una gran cantidad de drones pequeños y baratos ha hecho económicamente inviable el uso de misiles extremadamente costosos para los sistemas de defensa aérea.
- El espacio aéreo sobre el campo de batalla se ha vuelto inaccesible para la aviación tripulada y la ha convertido en un medio auxiliar de defensa aérea. La aviación necesita modernizarse y poder realizar reconocimiento y ataques desde distancias completamente diferente
- El espacio marítimo ha sido gradualmente ocupado por drones navales. Ahora los poderosos barcos se esconden en puertos protegidos.
Fotografía: Shutterstock