
Los hackers proucranianos «Cyberpartisans BY» y representantes de la organización «Silent Crow» llevaron a cabo una operación a gran escala contra la aerolínea rusa Aeroflot. Como resultado del ciberataque, la infraestructura informática interna del conglomerado aéreo quedó completamente destruida.
La aerolínea nacional rusa se vio obligada a cancelar casi 50 vuelos. Aeroflot no puede reabastecer sus aviones, los ordenadores de la compañía no funcionan, los sistemas están fuera de servicio y no hay planes de vuelo.
«Durante un año, estuvimos dentro de su red corporativa, desarrollando metódicamente el acceso, adentrándonos en el núcleo mismo de la infraestructura», declararon los hackers.
Los especialistas proucranianos destruyeron unos 7.000 servidores, tanto físicos como virtuales. «Todos estos recursos son ahora inaccesibles o están destruidos, y su restauración requerirá, quizás, decenas de millones de dólares. Las pérdidas son estratégicas», afirman los hackers.
La mayoría de los datos de Aeroflot se han perdido para siempre, afirman los ciberguerrilleros BY, añadiendo que descargaron numerosas bases de datos, espiaron a empleados, correo y mucho más.
“Estamos ayudando a los ucranianos en la lucha contra el ocupante, paralizando a la mayor aerolínea de la Federación Rusa y causando enormes pérdidas”, declaró la organización.
La publicación de parte de los datos obtenidos comenzará próximamente”, añadió Silent Crow.
“No solo destruimos la infraestructura, sino que dejamos un rastro. Los datos personales de todos los rusos que alguna vez volaron con Aeroflot también han emprendido un viaje, aunque sin equipaje y solo de ida”, declaró Silent Crow.
Todos los recursos destruidos son ahora inaccesibles o han sido destruidos. “Y la restauración podría costar decenas de millones de dólares. El daño causado es estratégico”, añadió Silent Crow.
Si se materializan los peores escenarios, Aeroflot podría perder una parte significativa de sus beneficios anuales, según el proyecto CASE Ucrania “El Precio del Estado”.
“Esto pone en duda no solo los planes de modernización de la empresa, sino también la cuantía de los primeros dividendos en cinco años que acaban de aprobarse”, afirma la publicación.
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