
Es improbable que la cumbre de Alaska entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin conduzca a un verdadero acuerdo de paz sobre Ucrania, sino que solo será una prueba para las intenciones de Rusia.
Esta opinión fue expresada por el conocido periodista, comentarista político y analista ucraniano Vitaly Portnikov.
“Estados Unidos puede esforzarse por persuadir a Putin para que acepte un alto el fuego, pero actualmente no hay indicios de que el líder ruso acepte este enfoque. A menos que estemos hablando de una tregua a corto plazo, una especie de regalo de Putin a Trump, que podría desembocar en una guerra aún más sangrienta y grave”, afirma Portnikov.
La pregunta es, según Portnikov, cuándo exactamente se implementarán estos planes rusos: ¿durante la presidencia de Donald Trump o después de que deje el Despacho Oval?
Al mismo tiempo, se desconoce si Putin está dispuesto a esperar tanto tiempo para implementar sus intenciones de restaurar el imperio ruso dentro de las fronteras de 1991.
“Si la cumbre de Alaska concluye sin decisiones reales que conduzcan al fin de la guerra, demostrará que Trump no puede influir realmente en el presidente ruso”, afirma Portnikov.
Al mismo tiempo, según el periodista, Trump podría utilizar las negociaciones para otros objetivos, en particular los comerciales, y el fin de la guerra sigue siendo incierto e improbable en un futuro próximo.
A modo de recordatorio, el Congreso Mundial de los Ucranianos celebra los esfuerzos de Trump por establecer la paz en Ucrania, pero enfatiza que la paz no puede lograrse a costa de la soberanía del país. El CMU pide apoyo a Ucrania en su derecho a determinar independientemente su futuro, defenderse y restablecer el derecho internacional, condena la agresión de Rusia y exige que rinda cuentas por sus crímenes.
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