Rusia construye una estación de bombeo para reactivar la central nuclear de Zaporiyia

Los rusos en los territorios ocupados de Ucrania han comenzado la construcción de una estación de bombeo para restaurar la central nuclear de Zaporiyia (CNZ), según informa Ekonomichna Pravda, citando a medios rusos.

Se trata de una estación de bombeo flotante con una capacidad de hasta 80.000 metros cúbicos por hora. Este tipo de instalación requiere una fuente de agua para funcionar, generalmente un río o un gran embalse.

La esencia de la estación es extraer agua del río y suministrarla a la central nuclear de Zaporiyia para refrigerar los reactores, especialmente cuando los principales sistemas de suministro de agua (como la central hidroeléctrica de Kajovka) están dañados o inoperativos.

El director de Rosatom, Alexei Lijachev, afirmó que la estación de bombeo «permitirá a Rusia resolver por completo el problema del suministro de agua cuando las unidades de energía alcancen su capacidad de diseño».

Rosatom ya ha elaborado un plan paso a paso para la puesta en marcha de la central nuclear de Zaporiyia. Pero los ocupantes se ven obstaculizados, entre otras cosas, por la falta de agua.

“Anteriormente, el viceministro de Energía, Yuriy Sheiko, afirmó que Rusia no puede garantizar el restablecimiento del funcionamiento seguro de la central nuclear de Zaporiyia ocupada, y con declaraciones sobre sus intenciones, simplemente intenta chantajear a Ucrania y a la comunidad internacional”, escribe Ekonomichna Pravda.

Al mismo tiempo, la organización no gubernamental Greenpeace Ucrania informó anteriormente que Rusia probablemente se esté preparando para la puesta en servicio de la central nuclear de Zaporiyia ocupada, ya que está construyendo una nueva línea de transmisión eléctrica para la central capturada.

Reiniciar la central nuclear de Zaporiyia podría tener consecuencias catastróficas para la seguridad nuclear y radiológica, no solo en Ucrania, sino en todo el continente.

Actualmente, varios factores impiden la reanudación de la central, que ha estado fuera de servicio desde septiembre de 2022: la degradación de los equipos, la falta de agua para refrigerar los reactores, la imposibilidad de suministrar electricidad desde la central, así como la incertidumbre sobre el estado del combustible nuclear.

Fotografía: AP