El sábado 22 de noviembre, Ucrania y las comunidades ucranianas de todo el mundo rindieron homenaje a las víctimas del Holodomor, el genocidio del pueblo ucraniano de 1932-1933 organizado por el régimen soviético.
Ondearon banderas ucranianas, ardieron velas y se escucharon llamamientos a la memoria en los actos conmemorativos diseñados para preservar la memoria de los millones de fallecidos y recordarnos la fuerza y la resiliencia de los ucranianos.
El presidente del Congreso Mundial de los Ucranianos (CMU), Pavló Grod, participó en el gran evento conmemorativo en Toronto.
“Nos reunimos aquí para honrar la memoria de los millones de ucranianos asesinados en el Holodomor. Eran familias comunes cuyas vidas fueron arrebatadas porque Stalin y el régimen soviético ruso se propusieron aniquilar a la nación ucraniana destruyendo a su gente, su cultura y su deseo de vivir. Al reunirnos aquí, recordamos que esta brutalidad no es solo historia. 90 años después, la Rusia de Putin intenta terminar lo que Stalin comenzó”, declaró Grod. Ucrania se enfrenta una vez más a cómo un enemigo niega nuestro derecho a la vida, deporta a nuestros hijos, borra nuestra cultura y destruye a civiles, simplemente por ser ucranianos.
“La guerra de hoy no es solo una invasión. Es otro intento de destruir al pueblo ucraniano. Y este paralelismo es innegable. Stalin utilizó el hambre y el terror; Putin utiliza misiles, tortura y ocupación. Los medios han cambiado, pero el objetivo sigue siendo el mismo: quebrantar a Ucrania y obligarla a someterse a Rusia”, enfatizó el presidente de la CMU.
En Nueva York, la comunidad ucraniana se reunió en la Catedral de San Patricio para una conmemoración tradicional. Los participantes llevaron la bandera de Ucrania, que se ha convertido en un símbolo de la memoria de las víctimas del Holodomor y de la unidad de los ucranianos.
En Melbourne, Australia, se desplegó la bandera ucraniana más grande del mundo durante una conmemoración a las víctimas del Holodomor. Creada en 2012, con un peso de más de 150 kilogramos y una superficie de 2400 metros cuadrados, la bandera recorre el mundo como símbolo de la identidad ucraniana, su indomabilidad y su esperanza.
Durante una manifestación en Roma, se recordó a las víctimas del Holodomor de 1932-1933 y se condenó cualquier «planes de paz» que atente contra la independencia y la soberanía de Ucrania, declaró Oles Horodetsky, presidente de la Sociedad Cristiana de Ucranianos en Italia.
También se celebraron manifestaciones y actos conmemorativos en Brasil, Francia, Turquía, Nueva Zelanda, Ucrania, Hungría y Jordania.
Desde Norteamérica hasta Europa, Asia, Sudamérica, África y Oceanía, los ucranianos y los amigos de Ucrania se unen en solidaridad. Se celebraron homenajes en todos los continentes.

















