NYT: Rusia entrenó agentes en Brasil para espiar a Occidente

Durante años, Rusia ha utilizado a Brasil como plataforma de lanzamiento para entrenar a agentes encubiertos de élite que luego fueron enviados a espiar a países occidentales.

Así lo afirma una investigación de The New York Times, basada en cientos de documentos y decenas de entrevistas.

En el marco de la operación especial «Este», la contrainteligencia brasileña expuso al menos a nueve agentes rusos en los últimos tres años.

“La investigación ya ha abarcado al menos ocho países, según las autoridades. La información provino de Estados Unidos, Israel, Países Bajos, Uruguay y otras agencias de inteligencia occidentales”, dice el texto del NYT.

Dos de los agentes expuestos fueron arrestados, mientras que los demás lograron escapar a Rusia.

Según el NYT, los agentes del Directorio Principal de Inteligencia destruyeron rastros de su pasado ruso, obtuvieron documentos brasileños, hicieron familias y amigos y, más tarde, bajo biografías ficticias, viajaron a Estados Unidos, Europa y Oriente Medio.

Uno de los espías expuestos fue Sergey Cherkasov, quien, bajo el nombre de Victor Mueller Ferreira, intentó conseguir una pasantía en la Corte Penal Internacional de La Haya cuando ésta comenzó a investigar los crímenes de guerra rusos en Ucrania.

El hombre tenía documentos brasileños, entre ellos una credencial de votante y un certificado de servicio militar. Pero la policía descubrió que la «madre» del espía mencionada en los documentos nunca tuvo hijos y que el «padre» no existía.

“Solo después de que la policía encontró su certificado de nacimiento, la versión de Cherkasov –y con ella toda la operación rusa en Brasil– comenzó a desmoronarse”, dice el texto.

En Brasil, basta el testimonio de dos personas para registrar a un niño nacido en zona rural. Esto se convirtió en una laguna legal que probablemente otros agentes también explotaron.

Las agencias de inteligencia brasileñas comenzaron a buscar “fantasmas”: personas con certificados de nacimiento reales pero sin señales de vida en el país. Fue difícil identificarlos, ya que las bases de datos en Brasil aún no están totalmente digitalizadas.

Otros agentes expuestos incluyen a Mikhail Mikushin, quien fue arrestado en Noruega, y el matrimonio Danilovs (Pereira), que huyó a Portugal. Otro agente, Artem Shmyryov (Gerhard Wittich), junto con su esposa Irina, espiaron en Grecia.

Cherkasov es actualmente el único que ha sido condenado a quince años de prisión por falsificación de documentos. El mandato se redujo posteriormente a cinco años. Rusia intentó sin éxito extraditarlo, llamándolo “narcotraficante”.

El NYT señala que la guerra en Ucrania ha cambiado las actitudes hacia los espías rusos incluso en países que antes hacían la vista gorda, particularmente en Brasil, que históricamente tenía vínculos estrechos con Moscú.

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