La economía rusa prácticamente dejó de crecer en el segundo trimestre de 2025: la producción, la inversión y los ingresos apenas aumentaron, y la actividad empresarial se desaceleró drásticamente. Esto indica que el país se encuentra en un estado de estancamiento económico.
“El segundo trimestre puede considerarse, de hecho, un estancamiento técnico. Julio y agosto muestran síntomas bastante claros de que nos acercamos a cero”, declaró German Gref, director del mayor banco ruso, Sberbank, según informa Interfax.
Gref afirma que el estancamiento se debió a una combinación de factores geopolíticos, fluctuaciones en el tipo de cambio del rublo y la caída de los precios de las materias primas.
El principal factor limitante sigue siendo el elevado tipo de interés clave del Banco Central, del 14 %. Debido a esto, los préstamos son caros y las personas y las empresas gastan e invierten menos.
La economía rusa sigue bajo presión por las sanciones, la incertidumbre en los mercados globales y el aumento de los costes para las empresas. Sin cambios en la política fiscal, Rusia corre el riesgo de permanecer estancada durante mucho tiempo, advierte Gref.
El Fondo Monetario Internacional predice que, tras dos años de auge militar, la economía rusa volverá a un crecimiento débil. Según estimaciones del FMI, el PIB crecerá tan solo un 0,9 % en 2025 y un 1 % en 2026, en comparación con el 4,1 % de 2024.
Bloomberg informó anteriormente que la economía rusa se está debilitando debido a la prolongada guerra y las sanciones: las industrias clave están mostrando descensos y los bancos podrían necesitar la intervención del gobierno para estabilizarse.
Fotografía: Shutterstock
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